El denominado “Bosque Encantado” de la localidad de Hinojos-Huelva se está convirtiendo en lugar de peregrinación de muchas personas atraídas por la, supuesta, energía positiva y vital que desprende cuando se le abraza.

Son cada día más personas las que encuentran paz y sosiego abrazando árboles y esta corriente ya cuenta con una nutrida red de seguidores en todo el mundo. Para un caminante que pasee por este espacio natural puede resultar impactante observar una cola de 40 personas esperando su turno para sentir la energía de un árbol.

Algunos de estos amantes de los arboles encontraron hace dos años un árbol, en este caso un anciano pino que destaca sobre los demás de su entorno, en un paraje de la localidad de Hinojos.

El árbol, se bautizó con el nombre de “Manolo” y según lo referido por estas personas, en su mayoría practicantes de disciplinas como el yoga y el reiki, tras acercarse a él recibieron la enorme energía que transmitía este ser vivo. Algunos se emocionaban cuando lo abrazaban y no podían contener las lágrimas.

Hay que reseñar que son muchos los que han confiado su esperanza a “Manolo” y acuden solo con el fin de solicitarle un deseo.

• CENTENARES DE VISITANTES CONFIAN EN “MANOLO” Y LE SOLICITAN UN DESEO MIENTRAS LO ABRAZAN.

Además, las actividades de integración natural que llevaban a cabo los miembros de la Asociación El Burrito Feliz y el grupo ecologista femenino “Mujeres por Doñana” en dicho bosque no hicieron sino aumentar el número de conocedores de este árbol emblemático.

Para Cristina Mariño, coordinadora del grupo “Mujeres por Doñana” el hecho de que tantas personas acudan a abrazar y sentir a este pino es un factor altamente positivo para la preservación de este espacio natural “La única forma de salvar este paraíso, enfermo por los incendios y la contaminación, puede radicar en que la población acuda a los bosques y se integre de forma real con la energía que desprenden”.